Con Son de Villa la orquesta del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) avanzamos en el segundo día de la Feria Incluyente que puso a bailar, corear y zapatear. a los asistentes al Centro Administrativo Municipal – CAM.
Por segunda vez, la orquesta integrada por ocho músicos privados de la libertad se presenta en la Feria de Cali y en esta oportunidad lo hace en este espacio, donde además de unir a las poblaciones se vivió un momento emotivo, al darle la oportunidad a estas personas privadas de la libertad para reencontrarse con sus familiares, saludarlos y abrazarlos, toda una emoción a flor de piel de madres, hijos y hermanos se vivió en la Feria más Incluyente de Santiago de Cali.
El talento de los pequeños y jóvenes también detuvo la mirada y atención de los asistentes a la Feria Incluyente, cuando se presentaron las danzas tradicionales indígenas, al ritmo de zapateo el cual integró a la comunidad que danzó con la agrupación Ninan Takiri conformada por niños, niñas, jóvenes, personas mayores que han venido trabajando en la preservación de sus usos, tradiciones y costumbres.
En una fusión de música del Pacífico y la salsa tradicional la orquesta femenina Makena amenizó la tarde, que con la brisa que caracteriza a la capital del Valle cautivó a los asistentes, una fiel muestra del talento de las mujeres y la inclusión que prevalece desde la Administración de puro Corazón.
María Cuentos también llegó con las historias del Pacífico y la agrupación Jakana amenizó la tarde -noche con los ritmos de la música andina colombiana.
La agrupación Afrolegends al son del golpe y el bajo, puso arriba el ánimo de los caleños y visitantes que al llegar la noche arribaron al Paseo Bolívar a formar el berembemben (corrinche) sacudiendo el cuerpo.
La esencia negra, afro e indígenas reunidos en la feria incluyente terminó la noche con las agrupaciones Dawer y Damper, Runa Pakari, Tsainfa Andemos y Jhon Erik y su grupo 8, Marino Luis, artistas que en tarima y con lo aplausos del público integraron la diversidad que caracteriza a la ciudad más alegre de Colombia.