El Encuentro de Melómanos y Coleccionistas de la Feria de Cali cuenta con una participación activa de las mujeres, por ejemplo el colectivo ‘Ellas en su salsa’ realiza un gran aporte en la conservación de este género musical como patrimonio inmaterial de la nación.
Este colectivo es liderado por Patricia Rebellón, licenciada en Educación y médica, que ha adoptado la melomanía como su otra profesión hace más de 30 años.
Son 32 mujeres las que han heredado ese amor por la música de sus abuelos o padres y, asimismo, han ido fortaleciendo sus colecciones prensadas en acetatos. El gusto por buscar el disco, limpiarlo, escucharlo y compartirlo con el público es lo que mantiene su pasión por el coleccionismo intacta.
Por su parte, Laura Sotelo, quien también participa en el grupo ‘Ellas en su salsa’, aseguró que, con el tiempo, se ha ido demostrando que las mujeres tienen mucho criterio en este campo, ya que en muchos casos son pasiones heredadas.
“Ser melómana es una pasión por la música, es una manera de disfrutar y dar a conocer lo que sabemos y lo que nos gusta. Por eso tratamos de mantener una programación de manera constante y de innovar, o estar en los eventos que tienen que ver con el género”, añadió Sotelo, quien además es conocida en el mundo de la salsa como ‘Su Merced’.
Para el maestro René Gómez, Cali es una de las ciudades donde surgió la mujer como coleccionista, al punto que ha sido una referencia para otros eventos nacionales.
“La mujer cumple un gran rol como intérprete, compositora, directora musical y coleccionista; todas se caracterizan por realizar un trabajo muy organizado que permite fortalecer el conocimiento y la investigación en el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas. Además, esto ha posibilitado a que se sigan abriendo más espacios para las mujeres en diferentes ámbitos culturales, sociales, políticos y económicos”, aseguró Gómez, director artístico del evento.
‘Ellas en su salsa’ seguirá preservando y expandiendo el conocimiento de la música afrocaribeña y latina, pues el trabajo de este colectivo y otras mujeres demuestra cómo el toque femenino engrandece estos ritmos.
Ana María Larrea Zambrano
Comunicaciones Corfecali